Hemos hecho una descripción breve relativa a las unidades de RO, ahora vamos s seguir con una unidad que consigue lo que las tecnologías tradicionales no han conseguido: una excelente calidad de agua ultra pura. La EDI aporta:
- Costes de producción menores que los asociados a lechos mixtos de resinas.
- Calidades que antes no se podían tener. Los valores de conductividad final alcanzados y los niveles de iones como Sílice son notablemente más bajos.
Así pues vamos a conocer esta tecnología, la más extendida en el proceso de producción de agua pura. Se basa en el uso de un tipo de membrana colocada en placas paralelas y resina entre ellas. La presencia de un campo eléctrico, en ambos extremos, fuerza la circulación de los iones en una determinada dirección, donde son retenidos de forma selectiva, aniones por un lado y cationes por otro. Así se consigue una separación en dos corrientes: Permeado y rechazo. El rechazo, dado que la alimentación es ya de buena calidad tiene una composición tal que permite ser recuperado en cabecera de la anterior etapa de osmosis. Y el permeado, nuestro producto final, tiene un nivel de sales tan bajo que se considera agua ultra pura. Debido a que el rechazo puede ser reutilizado se considera que esta unidad no tiene consumo neto de agua.
Las EDI no usan químicos en la regeneración de resinas, esta se lleva a cabo de forma continua por el campo eléctrico al que está sometido, así que no aporta contaminantes nuevos. Además, hace mucho más fácil el control de la operación, es un sistema con mínima intervención de mano de obra.
Otro factor que facilita la operación es que no hay efecto de concentración de sales que lleguen a producir la precipitación de estas, así pues no es frecuente tener problemas asociados a la incrustación. Ni a la microbiología, ya que se alimenta con un permeado que debe estar libre de bacterias.
Hay que tener en cuenta el consumo de energía. Este depende de la salinidad del agua de alimentación, pero cualquier fabricante de EDI pone un límite realmente bajo para esa alimentación, muchas veces inferior a 1.0 µS/cm. De forma que el consumo puede ser del orden de: 0.3 kWh/m3. Dado que no hay una pérdida de carga asociada importante no se requiere bomba de alta presión, por lo que no hay un consumo asociado a esta partida como lo había en la RO.
Otra característica a conocer es que las unidades se suelen usar por módulos, esto es, a partir del dato de caudal necesario de agua se define el número de unidades que se deben instalar para cubrir necesidades. Nunca se colocan en serie ya que no es posible conseguir una mejor calidad de agua haciéndola pasar dos veces.
Son capaces de mantener la producción en continuo de manera estable, por lo que no requieren de tanques de almacenamiento previos o posteriores de gran tamaño. Por comparación: una unidad RO tiene que hacer un lavado cada vez que para, lo que implica un periodo sin producción de unos 15 minutos, así pues hemos de tener previstos unos tanques de capacidad suficiente para mantener el servicio en los tiempos de parada. Como de hecho la EDI usa siempre agua osmotizada los mismos tanques que hacen de reserva para la RO ya sirven para esta segunda operación.
No lleva un producto químico, y las limpiezas asociadas son de corta duración, solo lavados con ácido clorhídrico de alta pureza, otro factor que las hace más fáciles de operar y más constantes en la producción.
Así pues, se resume que estas unidades consiguen el agua de la mejor pureza disponible en el mercado a un precio mejor que las tecnologías clásicas. La mejor prueba de ello es que desde que se empezaron a montar no se ha vuelto a lo anterior. Han llegado para quedarse.
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